IRRIGACIÓN NASAL
La irrigación nasal o lavado nasal consiste en la introducción de una solución salina por un orificio nasal, permitiendo al líquido hacer un recorrido completo por las fosas y senos paranasales hasta salir al exterior por el orificio contrario. De esta forma, se consigue una limpieza por arrastre mecánica que permite eliminar de forma eficaz el exceso de mucosidad y secreciones, pus, costras e impurezas, mejorando la respiración al aliviar la obstrucción nasal e hidratando toda la zona.

Indicaciones
Rinitis, y sinusitis, incluyendo alergias e infecciones.
Congestión nasal y catarros.
Tos por goteo retronasal.
Cuidados postquirúrgicos tras cirugía endonasal.
Limpieza de los senos.
Previo al uso de fármacos de aplicación nasal.
Estudios clínicos

Existen numerosos estudios clínicos que evidencian que la irrigación nasal o lavados nasales diarios mejoran los síntomas y calidad de vida de las personas que sufren obstrucción nasal, sinusitis crónica, mucosidad excesiva y alergias nasales.